Para conocer el estado de fertilidad de una mujer, es decir, determinar si es o no estéril, existen una serie de pruebas médicas que ayudan a medir la reserva ovárica de la mujer y a estudiar su capacidad reproductiva. Entre ellas encontramos la citología, exploración física del aparato reproductor femenino o el análisis de hormonas como la FSH o la AMH.
- Inseminación artificial: es la técnica más recurrida y es la que se suele utilizar cuando la mujer todavía es joven y el semen de su pareja es de buena calidad.
- Fecundación in vitro (convencional o ICSI): se usa cuando la esterilidad femenina es grave, o cuando la inseminación artificial no ha funcionado.
- DGP (diagnóstico genético preimplantacional): se usa en los casos de esterilidad por causas genéticas o cuando hay riesgo de transmisión de una enfermedad hereditaria.
- Donación de óvulos: cuando la mujer no dispone de óvulos de calidad en su reserva ovárica será necesario recurrir a los óvulos de una donante.