¡Hola chic@s! Hoy toca hablar de un virus extremadamente común: el virus del papiloma humano (VPH). Se trata de un virus que se transmite por contacto sexual, por lo que constituye una de las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes. De hecho, se estima que el 80% de las personas sexualmente activas lo contraerán en algún momento de su vida.
Pese a todo, el VPH no suele ser motivo de preocupación, pues por lo general no causa síntomas y desaparece gracias al sistema inmunitario, sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, en algunos casos puede dar lugar a verrugas genitales o incluso cáncer. Así pues, el VPH se relaciona con hasta 6 tipos de cáncer: cáncer de cuello uterino, anal, de pene, de vulva, de vagina y de boca y garganta. A esto se le suma la dificultad a la hora de detectar una infección por VPH ya que, como en la mayoría de casos no se desarrollan síntomas, es probable que una persona esté contagiada sin tener conocimiento de ello.
Por esta razón, es esencial protegerse contra el VPH. Aunque el uso del preservativo es importante, la manera más efectiva de prevenir las complicaciones asociadas al VPH es la vacunación contra el virus. Dichas vacunas generaron controversia, pero hay que aclarar que no contienen el virus vivo, ni tampoco su ADN, por lo que no se corre el riesgo de desarrollar cáncer como resultado de la vacuna. Por el contrario, la vacunación nos protegerá de infecciones por VPH y, por tanto, de los cánceres que se asocian a él.
Además, en los últimos años se ha evidenciado la necesidad de vacunar tanto a niñas como a niños, por lo que el porcentaje de vacunados frente al VPH ha aumentado considerablemente, como se observa en el siguiente gráfico, que refleja datos extraídos del INE:
Por último, os sugerimos visitar los siguientes enlaces para obtener más información sobre el VPH: Virus del papiloma humano - BBC y Papilomavirus humano y cáncer (who.int)